La industria del petróleo es la más contaminante del mundo
Vamos a la tienda y nos encontramos que son las prendas textiles de menor precio, normalmente no se arrugan y eso las hace muy cómodas, la mayoría de las prendas que vemos en escaparates, maniquíes y vitrinas son de poliéster, y ni hablar de la infinidad de colores! El poliéster proviene del petróleo, lo que lo hace parte de la industria más contaminente del mundo. Más del 70% de las prendas textiles lo contienen, siendo la Industria de la Moda la segunda más contaminante. y las compramos con gusto!… como si estuviésemos dormid@s y no supiéramos el daño que provocamos al medio ambiente y a nosotros mismos.
La producción textil contamina el 20% del agua limpia del planeta, tanto por partículas del poliéster, como con los tintes químicos. Pero las prendas de poliéster no sólo contaminan el agua durante la producción, sino que cada vez que las lavas, ya que se desgastan y eliminan millones de micropartículas al agua, esto las hace menos durables y se desechan con rapidez.
La producción de una prenda de poliéster puede contaminar el agua que consume una persona en más de dos años!
No es biodegradable y se descompone en el vertedero, campo, bosque, ríos, playas… o donde la hayan tirado, entre 200 y 500 años. Considerando que en el mundo anualmente se generan cerca de 92 millones de toneladas de resíduos textiles, siendo la mayor parte de poliéster.
Por otro lado, la industria textil genera 1,2 billones de toneladas de CO2 superando el transporte aéreo y marítimo.
Qué futuro esperamos?
Y si ya sabemos que el poliéster proviene del petróleo y que contamina nuestra agua, la naturaleza, el medio ambiente en general, por qué no, cuando vayamos a una tienda, buscamos prendas confeccionadas con materiales naturales?
Compremos materias primas naturales y nos confeccionamos nuestras prendas.
Busquemos quien nos confeccione con materias primas naturales.
Les invito a despertar, por nuestro bien.
Bernarda Torres Urra
@bernytorresu
Fuentes:
doble.espacio.udechile.cl
www.iagua.com
www.eleconomista.es